La patrona de Campanillas lució esplendida en su nuevo trono por las calles del barrio.
Que el 16 de julio es el día grande de Campanillas no cabe ninguna duda. Este año, a pesar de ser martes, la procesión de la Virgen del Carmen contó con la compañía de miles de personas que no quisieron perderse ni el nuevo trono estrenado ni el cambio en el recorrido.
La eucaristía previa, celebrada por primera vez en la Iglesia de arriba, contó con la presencia de unas 700 personas que abarrotaron el templo como nunca. En la calle, otra marea de devotos y fieles esperaban la salida de la Virgen del Carmen.
La procesión discurrió sin problemas, acompañada por la banda de Cornetas y Tambores Sta. María de la Victoria.
El encierro, en la Parroquia antigua, también contó con numeroso público, y estuvo acompañado por el coro «Azahar» de Campanillas, que también cantó en la misa previa.
La procesión pone fin a una feria de cinco días que ha transcurrido sin incidentes destacables y con una buena afluencia de público, tanto en el real, como en las calles adyacentes.
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