Dos hombres le atacaron e intentaron apuñalarlo con un destornillador de unos 20 centímetros.
Eran aproximadamente las tres y cuarto de la tarde del pasado miércoles cuando dos individuos entraron en la heladería Che Freddo y se abalanzaron sobre Iván Marcelo Latino, el dueño del negocio, situado en la calle Jacob, junto al colegio José Calderón.
Al girarse tras recibir el primer golpe, Iván se encontró con el segundo individuo, «vino directo hacia mí, así que lo primero que hice fue darle una patada para echarlo hacia atrás. Entonces sacó un destornillador largo y me apuñaló en el estómago».
Notó el golpe, seco, de abajo a arriba, pero se tocó y vio que no le había alcanzado gracias a la correa. «Sólo me hizo una pequeña rajita, como un raspón», asegura. Entonces, escuchó los gritos de la gente, trabajadores del Parque Tecnológico (PTA) que en esos momentos pasaban por la puerta de la heladería, y que comenzaron a increpar a los asaltantes para que se marcharan. «Ellos (los agresores) se pusieron nerviosos y escaparon. Me tiraron todas las tarrinas al darse a la fuga, pero no les dio tiempo a llevarse nada», relata Iván, que no acertó a ver el medio que utilizaron para huir.
Varias patrullas acudieron al lugar para atender a la víctima. «Suelo quedarme con las caras de la gente que pasa por aquí, pero a ellos era la primera vez que los veía. No los conozco de nada», cuenta el heladero. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de lo que, según las fuentes consultadas, consideran un robo violento en grado de tentativa.
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