Hoy lunes entra en vigor el nuevo modelo de examen de conducir, que valora la conducción eficiente, la autonomía del alumno a la hora de circular y el conocimiento de las diferentes partes del vehículo y de su funcionamiento.
Un examen que es más completo pero también más complicado que el actual, según la patronal de autoescuelas malagueñas que, sin embargo, afirma que no supone un gran cambio y que no hay que afrontarlo con miedo.
La duración será de un mínimo de 25 minutos para los permisos de la clase A1, A2, B y BTP (motocicletas, turismo y vehículos de capacitación profesional) y de 45 para camiones o autobuses, y el futuro conductor tendrá que demostrar que sabe hacer una comprobación previa del estado general del coche y que domina la técnica para circular reduciendo el consumo de combustible y el nivel de contaminación. Además, en los diez primeros minutos de la prueba tendrá que llegar a un destino con las mínimas indicaciones, para que el examinador compruebe que se desenvuelve con soltura en la carretera. Esto, sin embargo, no es una novedad en la provincia de Málaga, donde desde hace más de un año ya se tiene en cuenta esta destreza en los exámenes.
Pero antes de esta fase se le pedirá al aspirante, de forma aleatoria, que verifique el estado de una serie de elementos del vehículo. Así, se le puede solicitar que compruebe el nivel de aceite, la presión de los neumáticos o que encienda la luz antiniebla. Si comete algún error se le dará una segunda oportunidad, y si en esta también falla, se considerará una falta leve.
Una vez concluida esta etapa dará comienzo la prueba en sí, que no se interrumpirá ni siquiera si el alumno suspende salvo casos muy excepcionales. En los diez primeros minutos, si el examinado no conoce ninguno de los destinos que se le indican porque por ejemplo no resida en el municipio en el que hace la prueba (hay puntos de examen en Málaga capital, Antequera, Ronda y Marbella), el examinador le pedirá que conduzca por donde quiera, con el objetivo de verificar si es capaz de circular de forma autónoma dominando el vehículo y las normas de tráfico. En algunos casos se permitirá la utilización de un GPS «siempre y cuando el aspirante sepa usarlo correctamente y con soltura».
Transcurridos esos diez minutos, comenzará la conducción guiada, aplicando los actuales criterios de calificación pero con una novedad: durante toda la prueba se tendrá en cuenta si el conductor hace un uso eficiente del vehículo. Se evaluará, entre otras cosas, si al ver un semáforo en vez de pegar un frenazo levanta el pie del acelerador y va reduciendo paulatinamente la velocidad para reducir el consumo o si va en marchas largas.
Para suspender hay que cometer diez faltas leves. Un error grave equivale a cinco leves.
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